Pandemia, pobreza y migración, flagelos que quebrantan a los hondureños

La pobreza de la población deja ver carencias en la salud, deficiencias en la educación, inseguridad y debilidad en la economía. Del  59.3% de los hogares pobres en el 2019, el porcentaje se incrementó a 70% en el 2020.

Para Mi Gente Informa Ingrid Antúnez, desde Tegucigalpa, Honduras.

La pobreza en el país se convierte en el principal flagelo que azota a la sociedad. Esta tiene su origen en la mala administración de los recursos, en quienes acaparan el poder y no  implementan adecuadas políticas púbicas, sin estrategias y planes puntuales para generar desarrollo.

Desde inicio del 2,020, Honduras, al igual que el resto de países del mundo, enfrentan la peor crisis sanitaria de la historia: la pandemia provocada por el Covid-19.  A la fecha se registran en el país centroamericano un total de 353,641 casos confirmados y 9,370 decesos, esta situación ha repercutido negativamente en los temas más sensibles para la sociedad hondureña.

El alto índice de pobreza, una economía quebrantada, la falta de oportunidades de empleo, la inseguridad, entre otros, ha obligado a centenares de compatriotas a abandonar la patria que los vio nacer, por lo que la migración se convierte en un problema eminente que se ha salido de las manos de las autoridades al no tener planes concretos o alternativas para evitar que los hondureños se enlisten en las famosas caravanas.

Tanta es la desesperación por cambiar el estilo de vida, que no se toma en cuenta los peligros a los que se exponen en el camino hacia los Estados Unidos. Urge que las autoridades implementen medidas adecuadas y atractivas para que los hondureños no emigren.

La tasa de pobreza total se disparó a partir de 2019, y desde el 2018 disminuyó la tasa de crecimiento económico, agudizándose en el 2020 producto de la crisis sanitaria provocada por la pandemia y los fenómenos Eta e Iota, así lo demuestran las gráficas del Boletín Económico N°15 de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

De acuerdo con el boletín “La pobreza: condición estructural limitante para el desarrollo económico y social del país”, la tasa de pobreza de los hogares hondureños, medida a través del Método de la Línea de Pobreza,  mostró un incremento sin precedentes del  59.3% de los hogares pobres en el 2019, el porcentaje se incrementó a 70% en el 2020.

La pandemia fue fulminante para el empleo

En ese sentido abordamos a Julio Raudales, expresidente de los economistas y actual vicerrector de Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) para que nos diera una opinión acertada de lo que estamos viviendo los hondureños. A continuación, la entrevista que el académico brindó para Mi Gente Informa.

¿A raíz de la pandemia cree que se vio afectado el país en la generación de fuentes de empleo?

R/ En efecto, la pandemia tuvo un impacto negativo y fulminante en el tema del empleo. Hay que recordar que en el 2020, cuando se cerró totalmente la economía y la actividad productiva en el país por el temor que provocaba tanto en las autoridades como en la población en general la diseminación del virus, se cerraron todas las micro y mediana empresa en el país por lo menos por tres meses y no fue sino hasta en julio del año pasado que se abrió la economía.

Los tres meses de inactividad  tuvieron un impacto negativo en las empresas, ante todo en las pequeñas y medianas porque estas empresas carecen de un respaldo adecuado en términos de liquidez y tuvieron que despedir a muchas personas. La Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) y de Francisco Morazán establecieron que por lo menos un 25% de las empresas se vio seriamente afectado y tuvo que cerrar operaciones lo cual provocó desempleo y el sub empleo aumentó fuertemente.

Mucha gente tuvo que irse al mercado informal y esto afectó fuertemente sus ingresos. Es lógico que la pandemia tuvo un impacto negativo en esto y por supuesto, muchas de las personas que estaban trabajando o que vieron menguado sus ingresos, vieron como una alternativa salir del país e irse a buscar trabajo a los Estados Unidos u otros lugares.

¿El tema de la falta de empleo ha repercutido en la violencia y la migración de compatriotas?

R/ Los datos que ofrece el Observatorio de la Violencia, como la misma Policía Nacional, revelan que ha habido un impacto fuerte tanto en Violencia intra familiar y doméstica, y que ha habido una subida importante con respecto a lo que se había logrado menguar en el caso de las muertes por cada cien mil habitantes que es el indicador más usual que mide el nivel de violencia en el país. Es evidente los casos también de depresión e intentos de suicidio han aumentado, así que la pandemia también ha traído consecuencias de este tipo.

¿Cuál cree que serían los mecanismos a utilizar para salir de esta crisis?

R/ Los mecanismos más adecuados para salir de esta crisis, ante todo de la económica, es justamente tomar medidas que faciliten la obtención de créditos por parte de las familias en las micros y pequeñas empresas. Hasta ahora los intentos que ha hecho el Estado han sido bastante infructuosos. El Banco Central de Honduras (BCH) ha establecido líneas de redescuento, fondos de garantía, pero realmente las microempresas tienen muy poca entrada, muy poco acceso a este tipo de líneas y no se ve claramente como han podido apoyar a las micro empresas. Así que va a ser necesario buscar mecanismos alternativos como créditos sociales que puedan facilitar el acceso de los microempresarios  de manera masiva.

¿Qué opina sobre las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico, ZEDES?

R/ Las ZEDES son una iniciativa del Gobierno, que parece estar lanzando a unos cuantos meses de las elecciones como para mostrar que hay un esfuerzo oficial para lograr que se crean fuentes de empleo; pero evidentemente tanto la experiencia histórica sobre la entrega del territorio y las facilidades que se dan para que venga más inversión al país han demostrado que son muy negativas.

En el caso específico de las ZEDES, constituyen una pésima práctica, en el sentido de que se viola la Constitución de la República en una buena cantidad de artículos.

Hay que recordar que la misma Constitución establece que los artículos que tienen que ver con formas de gobierno y con el territorio nacional no pueden ser cambiados más que por un plebiscito o referéndum,  por lo tanto se está violando la Carta Magna.

Las ZEDES son inconstitucionales y considero que no tendrán ningún efecto positivo en lo que están buscando solventar, que es el tema del empleo en el país.