Centenares de inmigrantes provenientes de Estados Unidos y México pasan por los puntos ciegos a Guatemala
Autor: Jari Chan, corresponsal de Petén, Mi Gente Informa
A pesar de estar restringido el paso de personas en el área fronteriza entre Petén y México, diariamente se puede observar la proliferación de indocumentados que retornan a sus países de origen, lo cual evidencia la falta de control en los pasos ciegos que existen entre México y Guatemala.
Durante la crisis del COVID-19, si los migrantes logran ser interceptados por las autoridades se coordina su traslado hacia la frontera de sus diferentes países centroamericanos. Esto no se da siempre, muchos llegan al área central del Petén, donde solicitan ayuda de casa en casa o en las calles principales de la jurisdicción, lo que representa un alto riesgo de propagación de la enfermedad, debido a que algunos inmigrantes llegan contagiados.
En las últimas semanas el número de inmigrantes que va de paso se ha incrementado. Algunos de ellos se han quedado varados en las fronteras con México ante el endurecimiento de las medidas sanitarias, por lo cual optan por atravesar los pasos ciegos que los transportan de Campeche y Tabasco a Guatemala. Varios se quedan en nuestro país, mientras que otros siguen su paso hacia Honduras, El Salvador o Nicaragua, principalmente.
Petén tiene fronteras formales con Chiapas, denominada Corozal y del lado de Guatemala se llama Bethel. También tiene dos con Tabasco, El Ceibo y el Martillo, en nuestro país reciben el nombre de El Ceibo y El Naranjo.
Pasos ciegos también sirven para contrabando
Las autoridades reconocen que por la falta de controles los puntos ciegos les son útiles a los migrantes y también a los contrabandistas de diversos productos mexicanos y ganado
“Tenemos una zona muy extensa, a eso le súmanos lo difícil de son accesos por lo cual es imposible su cobertura”, indicó, Milton Méndez, Alcalde Municipal de San Andrés, Petén, lugar donde se dio el primer caso de COVID 19 en el departamento, precisamente por un vecino que llegó desde México.
En tiendas y comercios de los municipios aledaños se evidencia la venta de productos mexicanos que ingresaron al país sin pago de aranceles, la variedad va desde licores y cerveza, ropa y productos alimenticios enlatados, entre otros.
“Es fácil ingresar los productos de contrabando por esta ruta ya que no hay control dentro de la selva petenera”, afirmó una vecina.
Peligro sanitario
Autoridades de salud reconocen que la falta de control en la frontera hace que los migrantes que ingresan por estos puntos ciegos sean un peligro porque podrían ser portadores del COVID-19, y como no son atendidos a tiempo, generan contaminación en su paso. Deben atravesar por los al menos tres municipios antes de llegar al área central. “Ellos burlan los pasos de control sanitario sin importarles la solidaridad con las personas”, sostuvo la vecina del norte de Petén.
Raúl Ochoa, Director del Área de Salud Petén Norte, indicó que en la medida en que las autoridades municipales han logrado detectar a grupos de migrantes se toman las medidas protocolarias necesarias para su atención y traslado.
“El verdadero problema es cuando no son detectados, pues pasan por varios municipios hasta llegar al área central del departamento, son personas de alto riesgo porque podría ser portadores de la enfermedad”, aclaró.
Agregó que a los menos unos 20 grupos, cada uno integrado por diferente número de inmigrantes han sido detectados en la frontera. “En estos operativos participan las autoridades municipales y de salud, así como CONRED, instituciones que coordinan la asistencia humanitaria de los inmigrantes y se les apoyo para ser trasladados a sus lugres de origen”, enfatizó Raúl Ochoa.
Ante la situación vivida en Petén y en sus fronteras, los pobladores solicitan la presencia de autoridades con el fin de evitar la propagación del COVID-19 en sus comunidades.
Connacionales en Estados Unidos colaboran en esta pandemia
Mientras que unas personas atraviesan el país sin medidas de salubridad, otras que están lejos de su familia desde hace varios años y a pesar de la situación difícil que se vive en Estados unidos, no les ha impedido a que guatemaltecos que residen en aquel país dejen de colaborar de diferentes maneras con sus familias y vecinos necesitados.
Les presentó la historia de dos héroes que aportan su granito de arena para ayudar en estos tiempos de pandemia, lo cual ayuda a la economía local y al ingreso de divisas al país.
Melvin Salvador Sac, Vecino de San José, residente en Manassas, Virginia, Estados Unidos, lleva 10 años de estar allá, como todos ha sufrido por la crisis económica generada por el Coronavirus, a pesar de esto apoya a sus familiares y vecinos necesitados en estos tiempos de crisis alimentaria. Marvin desde que inicio la pandemia ha enviado divisas para la compra de alimentos y mascarillas.
“Estamos sufriendo todos, pero si Dios nos da la oportunidad de colaborar lo haremos, hemos donado mascarillas y bolsas de alimentos a las familias necesitadas de nuestro municipio, si nosotros ayudamos ellos nos ayudan a evitar la transmisión de la enfermedad”, indicó.
Carlos Enrique Véliz y Véliz, nació en Poptún, a los 4 años sus familiares se trasladaron a vivir a Calzada Mopán, jurisdicción del municipio de Dolores, Petén, actualmente reside en Bay Shore, Nueva York, lleva 17 años fuera de su patria.
“Estamos agradecidos con Dios, tenemos amigos que colaboran con nosotros, y nosotros colaboramos con las familias necesitadas, esta es una cadena que permite ver a la humanidad con otros ojos, agradezco a mis colaboradores en Guatemala quienes son los que identifican y entregan los víveres a las familias”, dijo Carlos Enrique.
Ambos benefactores han centrado la mayoría de su ayuda a sus lugares de origen, aunque también han colaborado con causas en el área central de Petén y otros municipios, estas son tan solo dos pequeñas historias de héroes, seguramente habrá muchos que desde Estados Unidos u otras partes del mundo colaboran con los hermanos necesitados.