Guatemala pierde Q25 mil millones por contrabando

Para Mi Gente Informa, Giovanni Aldana

El trasiego ilícito de mercaderías genera cada año miles de millones de quetzales en pérdidas a la economía del país. Pero también representa un riesgo para la salud  de la población y desnuda la vulnerabilidad de nuestras fronteras.

Solo el año que recién termina, Guatemala dejó de percibir un monto aproximado de Q25 mil millones, según un estudio de la Comisión de Defensa del Comercio Formal (Codecof) de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG). La pandemia no fue impedimento para que continuara el contrabando.

Esa cantidad equivale a un 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y un 1.1% de la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), según estimaciones. Esto quiere decir que además de impactar negativamente a la producción del país, se está frenando el crecimiento de la economía.

Para Luis Mazariegos, director del Observatorio Contra el Contrabando, este ilícito afecta tres factores económicos: En principio, fomenta la pérdida de empleos y no sólo de las grandes industrias sino también de micros y pequeñas empresas.

“Desde un pequeño artesano o negocio de comida, hasta las medianas y grandes empresas pierden empleos formales y con prestaciones, como consecuencia del contrabando porque se desplaza la producción nacional”, explica Mazariegos.

“Como segundo factor, nos enfrentamos a una competencia desleal. Las empresas guatemaltecas, sin importar su tamaño, debe cumplir con ciertos requisitos como emitir facturas y pagar impuestos para operar y comercializar. Los productos contrabandeados son más baratos porque no pagan impuestos”, agrega.

Por último, se fomenta la informalidad pues se desestimula la inversión en nuestro país como consecuencia de los dos primeros factores.

Según proyecciones, el año que recién terminó, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) dejó de cobrar unos Q908 millones de IVA derivado de este ilícito. También se estima que dejó de percibir Q354 millones por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR). En total, el Estado habría dejado de percibir unos Q1mil 262 millones por el contrabando de mercadería.

¿Qué productos se contrabandean?

El estudio del Codecof revela que entre los productos que más se comercializan de forma ilegal en el país se encuentran: Los medicamentos, perfumes, desodorantes, cremas corporales, detergentes, zapatos, lácteos, huevos, salsas, cigarrillos, licores, alimentos enlatados, confitería, galletería, preparaciones alimenticias para lactantes y juguetes, entre otros.

En algunos casos, el impacto negativo es grave explica Mazariegos, basándose en una encuesta sobre percepción del combate al contrabando en nuestro país, realizada por el OCC.

El estudio indica que el 15 por ciento de los agroquímicos que se comercializan en el país tienen un origen ilícito. En el caso del arroz y los huevos, se incrementa al 20 por ciento.

“Eso quiere decir que uno de cada cinco huevos que se consumen en el país no cumple con las normas sanitarias, poniendo en riesgo la salud de los consumidores”, indica Mazariegos. “Todo lo que pasa por la frontera no tiene un control sanitario”, agrega.

Según el OCC, el 27 por ciento de productos como snacks, galletas, dulces y todo lo que surte una tienda de barrio, es producto del contrabando. Esto afecta a las industrias que cumplen con todos los requisitos y normas para producir estos bienes en nuestro país.

Otra industria duramente afectada es la láctea. Guatemala consume anualmente un estimado de 400 millones de litros de leche fluida (líquida), los cuales se producen en el país. Según estimaciones de la Asociación de Desarrollo Lácteo (Adesol), un 20 por ciento de ese consumo es de leche contrabandeada, es decir unos 80 millones de litros.

“Guatemala está rezagada en el consumo de leche fluida en comparación con otros países centroamericanos. El ingreso ilícito de leche en polvo ha impactado nuestra industria. Acá no se produce leche en polvo pero esta ha venido a sustituir el consumo de leche fluida. Y no sólo eso, hablamos también de fórmulas lácteas y yogures”, explica Ramiro Pérez, de Adesol.

Los productos lácteos ingresan de contrabando desde México pero la asociación ha detectado un creciente trasiego de producto nicaragüense en los últimos años. “Aún no es significativo pero sí vemos un crecimiento en la entrada de productos lácteos de ese país vía El Salvador, principalmente quesillo”, indica Pérez.

Esto representa un gran riesgo para la salud de los consumidores pues no existe control sanitario. Es común ver productos lácteos y yogures expuestos al sol día tras día en ventas informales, sin un control de su fecha de vencimiento.

El 30 por ciento del aceite comestible que se comercializa en Guatemala también entra de forma clandestina al país. El problema se agrava pues el producto contrabandeado encuentra su camino fácilmente a tiendas y mercados populares.

Esto evidencia otra debilidad en el combate de este flagelo: la vulnerabilidad de nuestras fronteras.

¿Por dónde entra el contrabando?

Pese a que las fronteras de nuestro país están resguardadas y existen operativos de las autoridades que buscan combatir este flagelo, existen más de 125 puntos ciegos de entrada a nuestro territorio.

El Consejo Interinstitucional para la Prevención, Combate a la Defraudación Fiscal y al Contrabando Aduanero (Coincon) reveló el 5 de enero de este año, que en 2021 se realizaron 535 acciones interinstitucionales, entre ellas operativos en carretera, regionales y binacionales; allanamientos e intervenciones aduaneras.

Esto dejó como saldo mercadería incautada por valor de Q40.8 millones, que está muy lejos de la cifra de Q25 mil millones de pérdidas que estiman los estudios de la CIG.

“Pareciera que el esfuerzo no está bien articulado. Si bien el Ministerio Público (MP) abrió una fiscalía contra el contrabando, los casos procesados son pocos o no están bien documentados. En el fondo, no se busca a las estructuras del crimen organizado que son las que manejan en realidad el negocio”, indica Pérez.

“Los puntos ciegos son puntos que en la práctica todo mundo mira. La mayoría están diseminados a lo largo de nuestra frontera con México”, agrega Mazariegos. El directivo de la OCC coincide en que no existe voluntad para combatir el contrabando.

“Debe ser un esfuerzo de Estado, no solo de una institución. Solo la SAT trata de coordinar operativos y puestos de control con apoyo de otras instituciones. El ejército o la Policía Nacional Civil no tienen acciones concretas o programas para el combate”, explica.

De no implementarse controles más efectivos, el contrabando puede aumentar y causar daños irreversibles al crecimiento económico de nuestro país. Es un delito que evidencia la vulnerabilidad de las fronteras. Además del contrabando de mercadería, existe trasiego de drogas y personas.

La proyección es que a consecuencia de este ilícito, es probable que la recaudación por IVA en 2022 no llegue a los Q1mil millones. Esos millones que pierde el país, se quedarán en manos de estas estructuras criminales.