Se vendió como una opción diferente, gente nueva y con una visión de país que acaparó la imaginación de miles de jóvenes. Pero la historia se cuenta desde el principio, y es allí donde Movimiento Semilla no es más que un clan de políticos y activistas sociales reciclados. Este es el partido que llegará a la segunda vuelta y algunos de los personajes que lo convirtieron en el fenómeno electoral de 2023.
Para Samuel Pérez, diputado electo de MS, la fuerza de su partido radica en un elemento que lo distingue: “Somos generaciones que no sufrieron la represión fuerte de la guerra, que ya no tienen miedo” dijo en una entrevista en 2018. Pero sus fundadores llevan tras de si la misma historia de corrupción y un paso por gobiernos que hoy niegan.
Dos de sus figuras más prominentes son, Juan Alberto Fuentes Knight, ex ministro de finanzas de Álvaro Colom de la UNE y Edelberto Torres Rivas ideólogo radical de la izquierda, sociólogo y miembro del Partido Guatemalteco del Trabajo. El primero fue acusado de estafar al Estado por US$20.2 millones (Q160 millones actuales) en el caso TRANSURBANO, el segundo en 1964 por actividades desestabilizadoras y pertenecer a grupos radicales.
Mientras que Torres Rivas huyó de Guatemala y se refugió en Chile, Fuentes Knigth fue víctima de la peor traición que Samuel Pérez pudiera gestar. Con el fin de hacerse del partido y desbancar a la máxima figura, Pérez aprovechó en 2018 los señalamientos contra Fuentes Knight para sacarlo de la organización.
De acuerdo con Ana Cristina Castañeda, esposa de Fuentes Knight, la dirigencia del partido traicionó a su fundador. “Lo que nunca vi venir fue como al final, varias de esas personas que integraron lo que se dio en llamar grupo fundador terminaron por darle la espalda a Juan Alberto y a mí también”. Castañeda también dijo que, para Semilla, “Resulto más fácil deshacerse del problema, fue la más alta traición”.
Los otros colaboradores de Semilla
A los anteriores personajes se le suma una dupla de mujeres con trayectorias publicas conocidas. Patricia Orantes, secretaria de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN) durante el gobierno de Oscar Berger. Le sigue la ideóloga Irma Alicia Velásquez Nimatuj, antropóloga y guerrillera de ORPA, y quién es señalada de promover una agenda de conflictividad en el país por medio de ONG´s que reciben fondos internacionales.
Otro de los personajes emblemáticos de Movimiento Semilla es la actual diputada Lucrecia Hernández Mack y ex ministra de Salud de Jimmy Morales. Es sobrina de Helen Mack, la activista social que durante varias décadas orquestó la estrategia de la izquierda radical en Guatemala. Helen Mack llegó acumular tanto poder, que una denuncia desde su fundación, podía costarle el puesto a cualquier funcionario público. Y sus vínculos con grupos radicales, le dieron la fuerza para dirigir con total impunidad políticas de Estado.
Hernández Mack, la sobrina de Helen Mack, fue señalada de crear un centenar de plazas fantasma en el Ministerio de Salud Pública, durante el gobierno de Jimmy Morales. Y aunque nunca se realizó una investigación por parte del Ministerio Público, la denuncia casi le cuesta ser nombrada como diputada en la legislatura pasada. Además, su gestión fue calificada como deficiente, pues en los pocos meses que estuvo en el cargo, no alcanzó las metas que se había trazado.
Pero en Semilla no solo se reciclan funcionarios, se han documentado casos que evidencian que los nuevos políticos también son implacables. En 2021 el diputado por Semilla, José Alberto Sánchez Guzmán voto en favor de la concesión y rehabilitación de la autopista Escuintla-Puerto Quetzal. El voto del diputado le valió para ser vilipendiado en redes sociales y hasta llevó a tomar la decisión de separarlo del partido. “El Movimiento Semilla desconoce a José Alberto Sánchez Guzmán en todos los espacios del partido, por la traición sistemática…”
A la lista de semilleros retirados se suma Suzanne Brichaux, quien fuera encargada de la coordinación del departamento de Sacatepéquez. Brichaux fue retirada del partido por dar a conocer su desacuerdo y cuestionar el liderazgo de Semilla.
“Mi delito fue cuestionar a la dirigencia y hacer publica mi opinión en temas de falta de apoyo, transparencia y pocos espacios de participación”. Y estas quejas, que se hicieron en las redes sociales, no sentaron bien con Samuel Pérez al punto que ordenó a Brichaux y los seguidores inconformes para que retiraran las publicaciones que habían hecho.
Fue entonces que comenzó una campaña para anular a Brichaux, quien meses antes era fundadora del movimiento en Sacatepéquez. Se abrieron procesos disciplinarios, llamadas de atención y luego a que fuera retirada del partido por expresar su opinión.
Hoy Semilla lucha desesperadamente para garantizar su espacio en la segunda vuelta electoral, que se espera se lleve a cabo el 20 de agosto. Mientras tanto su presidenciable habla de retornar a prófugos, de tolerancia, de equidad, de anular al sector empresarial y defender la democracia. Semilla, como lo veamos, no es más que lo mismo envuelto en novedad.