Mauricio Flores
Mi Gente Informa
Mañana es Nochebuena y a pesar de la pandemia del Covid-19, muchos esperan esta fecha para compartir con sus familiares y amigos la llegada de la Navidad, la cual anuncia el nacimiento de Jesús en Belén. Para los guatemaltecos es un época en la que se ponen de manifiesto la solidaridad, la unión, el amor, la paz y la esperanza.
Pero estas festividades del 24 y 25 de diciembre (Nochebuena y Navidad) son de muchas costumbres y tradiciones en Guatemala, llenas de cultura y convivencia familiar, ya que desde principios del mes las personas se reúnen para elaborar el árbol navideño, hacer el nacimiento y recibir las posadas.
Muchas de las decoraciones que se realizan tienen aspectos similares a los utilizados en otros países, pero también destacan matices propios, entre ellos la espiritualidad, colores y sabores distintivos. Ejemplo de ello es la utilización de largos lazos de manzanilla, el uso de musgo, gallitos, las chichitas, hojas de pacaya, pino, las tradicionales pascuas y la decoración de los nacimientos con aserrín de diversos colores.
Un acontecimiento religioso en el que participan muchos guatemaltecos son las posadas, las cuales se inician el 15 de diciembre y terminan el 23 del mismo mes. Estas consisten en la fabricación de una pequeña anda, que es llevada por un grupo de personas, en la que se colocan imágenes de María y José vestidos de peregrinos. Las posadas pueden ser organizadas por hermandades católicas, iglesias o particulares y durante su recorrido los participantes usan sonajas prehispánicas o chinchines y caparazones de tortuga.
Gladys Anaya, quien desde hace 50 años elabora su nacimiento, comentó que para ella y su familia es una tradición que los une como familia. “La creación del nacimiento es celebrarle el nacimiento al Niño Jesús. “Cuando estoy haciendo el nacimiento siento una emoción muy grande, es un sentimiento muy bonito de alegría y nostalgia”, expresó Anaya.
Los tamales, principalmente los colorados o salados, son uno de los platillos típicos infaltables en la mesa de los guatemaltecos para celebrar la Nochebuena y la Navidad, igual que el ponche de frutas. Esta es una tradición culinaria que une a las familias, pues muchos participan desde la elaboración hasta la degustación, dando la oportunidad en el hogar para compartir en una de las fechas más importantes del año.
Floridalma Nieves, explicó que los tamales rojos son los más tradicionales en el país, pero que también los negros son consumidos por algunas familias del occidente. Agregó que, aunque en la actualidad se combinan con otra clase de alimentos, los tamales han trascendido por muchas generaciones, como en el caso de su familia. En lo referente a las bebidas tradiciones dijo que el ponche de frutas y el chocolate son las más comunes. “Los pirujos y las tortas son otros alimentos para celebrar estas fechas de Nochebuena y Navidad”, expresó Nieves.
Por su parte, Lorena de Salguero, indicó que, aunque prepara tamales, también para la cena de Nochebuena hornea un pavo o una pierna de cerdo, para compartir con la familia y amigos que los visitan.
“Me encanta adornar mi árbol navideño, ya que cada figura tiene su significado. Por ejemplo las esferas de colores simbolizan la alegría, abundancia y prosperidad. Pero además, me disfruto llenar de luces mi casa”, agregó de Salguero.
Los cohetillos y otros artefactos a base de pólvora también son comunes para las celebraciones de fin de año. En Guatemala, al llegar la media noche del 24 y 31 de diciembre, los guatemaltecos salen a las calles para formar un espectáculo de fuegos pirotécnicos. El país es prácticamente un polvorín con el sonido de explosiones y el olor característico.
Otra de las costumbres chapinas es el intercambio de regalos que normalmente se realizaba en los lugares de trabajo, pero se ha vuelto común que para la Nochebuena también se efectúe con una peculiar dinámica que se conoce como “El amigo secreto”.
Las tradiciones y costumbres de los guatemaltecos son muchas, lo que hace de estas celebraciones de Nochebuena, Navidad y Año Nuevo, algo propio y lleno de color, sabor, aroma y tradición.