La alcaldesa de la ciudad mexicana fronteriza de Tijuana, Montserrat Caballero, se ha visto obligada a tomar residencia en una base militar debido a amenazas cada vez más intensas por parte de grupos del crimen organizado.
La decisión de la alcaldesa de vivir en la base fue anunciada el lunes, y se atribuye a las amenazas recibidas como resultado de las medidas de mano dura implementadas por su administración en contra de los miembros de pandillas.
“Su servidor público se ha visto en la necesidad de vivir en una base militar, ya que somos la fuerza policial que ha decomisado más armas a nivel nacional de los delincuentes… sin mencionar los miles de arrestos que hemos llevado a cabo, y debido a estas acciones he sufrido un intento de ataque”, declaró Caballero, haciendo referencia a un incidente de tiroteo ocurrido el 17 de mayo.
La alcaldesa también expresó que cree que esta medida será permanente.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó el traslado de Caballero el martes, y explicó que ella ya estaba bajo custodia de protección antes de su traslado a la base militar.
El gobernador de Baja California, Marina del Pilar, y el senador Jaime Bonilla también han recibido amenazas por parte de los mismos grupos criminales, según reveló López Obrador. “Fue una amenaza contra el gobernador, la alcaldesa y el senador Bonilla. Aunque no se disponen de muchos detalles, es mejor prevenir que lamentar”, afirmó López Obrador. Esta situación refleja el desafío constante que enfrentan las autoridades locales en su lucha contra el crimen organizado en la región fronteriza.