TIERRA BLANCA

Por Estuardo Soto

Recorriendo la zona norte de Guatemala, se encuentra una de las micro regiones más lejanas de Sayaxché, es Tierra Blanca, y está a más de 100km de la cabecera municipal. Pero eso, no lo hace menos importante, pues es un área muy comercial, pero, sobre todo, de tierras muy productivas, tanto por los terrenos en la falda de la sierra Chinajá, y las áreas onduladas por la rivera del fronterizo río Salinas, lo que lo hace perfecto para la siembra de frijol y maíz en grandes extensiones. Además, la ganadería, es uno de los pilares económicos de los lugareños. Y desde hace unos años, el sector agro industrial hizo presencia y aporta también para que Tierra Blanca sea una fuente de oportunidades y desarrollo.

Su ubicación en la zona sur de Sayaxché, hace que colinde con Chiapas, Mexico y Chisec, Alta Verapaz.
Tiene 22 comunidades como micro región y es uno de los sectores con más crecimiento económico en las últimas dos décadas.
Para llegar al lugar, en el km 340 de la Ruta Departamental RD PET-11 y se adentra por 30km de terracería, pasando por las faldas de la imponente sierra de Chinajá.
Y en el paisaje, se divisa las caprichosas molduras de los cerros y valles, pero también, se pueden ver las extensiones de maíz, frijol y los pastos verdes para la ganadería.

Antes de llegar a aldea Tierra Blanca, el río San Román da la bienvenida con sus aguas frescas. Y a escasa distancia, ya se divisa ese pueblo que cada vez, se ve más fortalecido.
Al entrar a Tierra Blanca, se nota que fue asentada en una colina y las inversiones son casi inmediatamente notorias, pues el desarrollo en el lugar es evidente para los visitantes.
Con personas de diversas procedencias, migraron al lugar desde hace muchos años, lo que hace que haya población ladina, q´eqchi´, poqomchí y achí.

Los años han pasado, y han marcado los avances de desarrollo, tal como lo refiere Josselyn García, una joven originaria de Tierra Blanca, que gracias a la ampliación de servicios educativos, pudo graduarse en el nivel diversificado en su propia comunidad.
Actualmente, es la encargada del área de caja de Agencias Way en Tierra Blanca y con el tiempo que lleva laborando, ha notado que sí hay movimiento económico en el lugar, a pesar de la situación que afronta el país desde marzo cuando surgió el primer caso de Covid-19.
“Gran parte de la economía de Tierra Blanca se debe a la ganadería, cultivo de maíz y frijol. Algunos siembran tomate y sandilla” reconoce Josselyn.

Aunque no deja por un lado el aporte de las empresas agro industriales que operan en el sector.
Como en cualquier parte del país, según la joven, hay altibajos en las ventas. Y según la experiencia que tiene ella y sus compañeros de labores, han notado que enero y abril son los meses en que baja un poco la venta en la agencia donde ella labora.
“Son bienvenidos acá, es bastante tranquilo. Acá no van a tener problema en que va estar caminando y lo vayan asaltar” comenta sonriente.
Otro testimonio que evidencia el crecimiento de Tierra Blanca, lo cuenta Moisés Mo, quien administra los negocios de su padre, Mateo Mó.

“Ahora tenemos bancos, agencias, abarroterías, ferreterías. Las personas ya no van a la ciudad a comprar, es más cómodo comprar acá en Tierra Blanca” indica.
Algo que enfatiza Moises, es que la tierra en la zona fronteriza de Tierra Blanca es muy productiva.
“Mucha gente viene de Chicaman y Uspantan, El Quiché, vienen a ganar su pan diario” comenta, al referirse que migran para trabajar en la agricultura. La tierra en la zona, no requiere de mucho abono para que las cosechas sean abundantes y esto hace que los granos básicos, se produzcan en gran cantidad en la región.

Víctor Manuel Soto, un hombre visionario que llegó a finales del año 2002 al lugar. Vendió sus tierras que tenía en jurisdicción del municipio de San Luis, Petén y apostó su dinero en Tierra Blanca.
“En ese entonces no había luz (energía eléctrica). Me motivó venir hacia acá, porque noté que era lugar de negocio. Se vio en ese entonces y sigue el movimiento” exclama.
Además de tener una tienda, fue uno de los primeros en instalar un hotel en el lugar. Ahora son más de 4 hoteles, pero eso no le preocupa porque por ser un lugar comercial, hay ingresos para todos.
“Dan ganas de vivir aquí porque se puede trabajar” indica.

Yony Adelso Vela, además de ser un buen vecino originario del lugar, ahora es un destacado licenciado en Educación que asegura que conoce mucho la realidad de Tierra Blanca.
“Va a pasos agigantados. Es una zona altamente productiva y esto hace que la calidad de vida de las personas esté en términos aceptables o bastante bien” indica el pedagogo.
También reconoce que, las fuentes económicas de la región son diversas. Tanto ganadería, agricultura, las remesas de los que migraron a EEUU y el sector agro industrial son los pilares del crecimiento económico de la zona, a criterio de Vela.
“No soy constructor tampoco tengo ferreterías, me he enterado, que solo en el área urbana de Tierra Blanca, se vende 4 trailadas de cemento por semana. Qué más indicadores, si hay construcción hay dinero” comenta.

La educación, también ha mejorado en la región, pues según Vela, actualmente se tiene a disposición de los lugareños, establecimientos privados y públicos con niveles, preprimario, primario, básico y diversificado.
También se ha tenido la oportunidad de contar con extensiones de universidades privadas, lo que ha permitido que varios jóvenes de la región, tengan educación superior.
Recorrer la zona sur de Petén, evidencia que el país sigue desarrollándose. El aporte económico hace que la calidad de vida de la región sea mejor.