La acción de la SAT ha generado que embarcaciones que entran a Guatemala prefieran irse a Honduras, Belice y México, países que les dan mejores condiciones.
Para Mi Gente Informa, Vinicio Ramírez, Ciudad de Guatemala.
La Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) tras la pandemia, ha buscado la forma de generar más ingresos económicos con el cobro de impuestos a más de 2,700 embarcaciones que han querido atracar en Río Dulce, Puerto Barrios y Livingston, Izabal; pero la medida está teniendo reacciones adversas, pues muchos barco y yates han preferido irse a Honduras y Belice, donde dicen tener mejores opciones.
Una serie de denuncias de los cobros que se consideran ilegales y “desmedidos” en cuanto a precios ha llegado por parte de las embarcaciones ante diversos congresistas, quienes solicitaron información a la SAT, pero de esto ya hace más 45 días.
Las autoridades de la SAT siguen sin responder, mientras tanto algunas embarcaciones dejan las costas del Atlántico guatemalteco para atracar en otros puertos, hecho que ha traído consecuencias negativas en los restaurantes, hoteles y pequeños empresarios del área, quienes también denuncian que este hecho les ha provocado pérdida de clientela.
“Yo estoy sorprendido de cómo los funcionarios de la SAT manejan el tema, si bien hay que recaudar impuestos, creo que lo que están haciendo es quitar los puestos de trabajo a todas las personas en Río Dulce”, denunció el diputado Lázaro Zamora, de la Bancada Unionista.
Subrayó: “Esto es algo en que las embarcaciones solo tienen que levantar actas e irse de Guatemala, los tripulantes y pasajeros que llegan son extranjeros, no entiendo cuál es la insistencia de la SAT de querer cobrarles impuestos altos a estas embarcaciones que están de visita en el país”.
“Los dueños de las embarcaciones, únicamente usan el territorio nacional para mantener sus embarcaciones por las condiciones geográficas del área y para visitar el área; esto por años ha generado una fuente de trabajo en los alrededores y un impulso económico muy grande ara muchas personas”, explicó Zamora.
Para el congresista los dueños de las embarcaciones pagan sus impuestos consumiendo combustible, comida, servicios básicos y generando empleo a los habitantes del área. Considera que es un pésimo mensaje que se les manda a estos turistas, quienes para volver a recuperar la confianza de llegar a las costas guatemaltecas, habría que crear una ley que les garantice su estancia. “Los que están aprovechando son los hondureños y beliceños”, agregó.
SAT SE BASA EN UN MANUAL DE PRECIOS DE EMBARCACIONES
Las autoridades de la SAT aseguran que para los cobros se están basando en un manual que tienen y que está dirigido a las embarcaciones y por eso cuando miran una, les cobran los impuestos, y por ello los propietario quienes los consideran desmedidos, se van del país y con ellos también la posibilidad de empleos de muchos guatemalteco.
Sin embargo, algunos dueños de barcos guatemaltecos también se quejan de que les cobran impuestos por estar atracados, cuando lo más lógico es un pago por a la municipalidad. Existe un descontento en el área, pero ya están registrados cerca de 3 mil barcos que se van del país, en esta época que se necesita generar fuentes de trabajo.
Pocas y huyen
El Superintendente de Administración Tributaria, Marco Livio Díaz detalló, el pasado 31 de marzo, que por la Semana Santa se verificaría el pago de impuestos por parte de las embarcaciones turísticas y que iban a constatar que contaran con el permiso temporal o definitivo.
En conferencia de Prensa, Díaz confirmó que se estaría cobrando el impuesto por medio de un programa a yates; sin embargo, muchos solicitan permiso de atraco, pero por la pandemia no pudieron venir y renovarlos, por lo que SAT instaló una comisión.
Pero la SAT de enero a mayo de esta año ha logrado la recaudación en impuestos de embarcaciones Q10.7 millones en Impuesto Sobre el Valor agregado (IVA) y Derechos Arancelarios a la Importación (DAI)
Intentos de cobros desde 2,017
Desde el 19 de agosto de 2017, la SAT inició el proceso de verificaciones a las embarcaciones, propietarios y arrendantes, emitiendo una información por medio de un tuit, publicado el 4 de julio de 2,017.
En el tuit se señala que comprobarán que las embarcaciones tengan toda la mercancía declarada, en el caso de ser importadores, pero también deberán tener un comprobante del pago por concepto de impuesto de circulación de vehículos marítimos.
En el caso de la importación temporal, estarán exentos de pago de impuestos y se verificará que cuenten con los permisos y documentación de respaldo que acredite su permanencia temporal. El problema que por la pandemia las embarcaciones no cuentan con el permiso, y entonces puede ser que los traten como importadores y por eso les cobran provocando la huida masiva de turistas.
Río Dulce es uno de los sitios más importantes para el turismo de Guatemala, por eso, es uno de los corredores biológicos de la región. Con más de 48 kilómetros de largo, este hermoso río se encuentra ubicado en la región del municipio de Livingston, entre la bahía de Amatique y el Lago de Izabal.
Divisas generadas por visitantes y disminución de embarcaciones generán impacto negativo en empleos
De acuerdo con el departamento de Investigación y Análisis de Mercados del Instituto Guatemalteco de Turismo, INGUAT, el flujo de turistas internacionales a Izabal fue de 40,503, en el 2019; y bajó a 5,876, en el 2020.
La diferencia es tan grande, que dueños de comercios y pequeños empresarios esperan que la SAT no espanten a los turistas que llegan a Guatemala en búsqueda de calor y atractivos en Izabal como Río Dulce, Castillo de San Felipe de Lara, Livingston, Sitio Arqueológico Quiriguá, Puerto Barrios, entre otros.
