“Los niveles de endeudamiento de El salvador son insostenibles”

Por German Romero

El Salvador es el quinto país de América Latina con el mayor endeudamiento público de acuerdo con los análisis de varios especialistas en economía, desde antes de la pandemia esta nación venía arrastrando un incremento en los niveles de deuda pública, pero con la llegada del Covid-19 la situación de crisis obligó a obtener más financiamiento para hacerle frente.

Ahora con la nueva Asamblea Legislativa liderada por la bancada de Nuevas Ideas, los préstamos que no fueron aprobados en la anterior legislatura tienen luz verde y esto también es preocupante para los expertos.

Mi Gente Informa, entrevista en El Salvador a Ricardo Castaneda, economista que ha dado seguimiento al tema de la deuda que el país mantiene y presenta un panorama amplio de las implicaciones y proyecciones que se pueden generar en el país centroamericano.

¿Cuál es la evaluación que se hace de los niveles de endeudamiento que tiene el país a la fecha?

En términos generales los niveles de endeudamiento de El salvador son insostenibles, antes de la pandemia ya estaban en niveles insostenibles y por la pandemia y por el manejado ya se hecho, se puede hablar de una deuda de este tipo; no solo por los niveles como el porcentaje del PIB, sino también, y especialmente, por la carga que representa dentro del presupuesto para 2021. Se están destinando más recursos para el pago del servicio de la deuda, es decir, intereses y amortizaciones, que lo que está destinado el Gobierno para salud en el marco de una pandemia.

Ricardo Castaneda es economista senior y coordinador de país para El Salvador y Honduras del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales ICEFI.

Esto te refleja las complejidades que se tienen, ahora la deuda en sí mismo no es buena ni mala, sino que depende de cómo la utilices, y lo que pasa en el salvador es que no hay un plan de gobierno y si tú no tienes un plan de gobierno no tienes claridad sobre cuáles son los resultados que tú necesitas. El ritmo de endeudamiento del país es sumamente galopante, si uno revisa desde el primero de junio de 2019, al 31 de marzo 2021, Este Gobierno ya se había endeudado más que todo el período presidencial de Salvador Sánchez Cerén, o todo el período presidencial de Mauricio Funes, que había sido el periodo donde más se había incrementado la deuda. Esto sin considerar todas las aprobaciones que se han hecho a partir del primero de mayo.

¿Cuáles serían las consecuencias de un sobreendeudamiento?

Esto es sumamente complicado porque implica que estás metiendo presión para los presupuestos de los próximos años y especialmente a las nuevas generaciones, en la cual si tú no generas las condiciones en este momento va a ser muy difícil pagar (la deuda) más adelante y entonces es ahí donde aparecen los riesgos de un impago.

Adicionalmente El Salvador tiene un perfil de riesgo alto, esto significa que la deuda que se adquiere especialmente a través de bonos, es una deuda cara. Entonces en los próximos años vas a ir encontrando que el pago del servicio de la deuda irá desplazando a los recursos que se necesitan para educación, para salud, para seguridad por ejemplo.

¿Qué efectos traería para la población en general?

Es importante reiterar que la deuda la paga toda la población, ya sea con impuestos actuales o con impuestos futuros, en la medida que los niveles de deuda sean más altos, significa que en los próximos años las personas tendrán que pagar más a través de sus impuestos para poder cumplir con esos compromisos.

¿Es válida la justificación para aprobar la cantidad de préstamos que el gobierno solicita a la Asamblea Legislativa?

Cuando estamos hablando de los niveles de deuda que tiene el país, de los niveles de deuda que tiene el país, adquirir nueva deuda tiene un costo de oportunidad muy alto, por eso la aprobación debe hacerse mediante estudios técnicos que aseguran que si van a tener resultados, también que sus recursos para utilizar de manera efectiva y sobre todo transparente; porque el Salvador no se puede dar el lujo de desperdiciar un solo centava dada las características que tiene.

¿Si nos comparamos con algún país en América Latina en materia de endeudamiento cuál sería?

En Centroamérica El Salvador es el primer país que tiene los niveles más altos de endeudamiento y en América Latina, prácticamente ya estaríamos cerca de alcanzar los niveles que tiene Brasil, que ya está acercándose al 100 % del PIB.

¿Desde la óptica de organismos internacionales que pueden otorgar fondos al país como se puede ver esta situación?

Dependerá mucho si se logra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, si se logra este acuerdo, seguro que los organismos internacionales como Banco Interamericano de Desarrollo BID, y el Banco Mundial también van a prestar. Ahora, si no se logra ese acuerdo será muy complicado para El Salvador acceder a financiamiento, si se da, será un financiamiento bastante caro.

Desde julio del año pasado se creó el Comité de Seguimiento y Veeduría Ciudadana del Fondo de Emergencia, Recuperación y Reconstrucción Económica en el que también es parte el economista. 

¿El país está en una negociación con el FMI, que podría suceder si la deuda sigue creciendo, puede afectar este proceso?

A medida que la deuda crezca, lo que va a pedir el Fondo Monetario Internacional es que el ajuste sea más grande, entonces obviamente eso puede tener todavía repercusiones más complejas.

¿Afecta la combinación del clima político con el endeudamiento en el país?

Muchas veces se piensa que el tema político no está relacionado con el tema económico, pero sí lo está. Lo que sucedió luego del uno de mayo implicó que el perfil de riesgo del país incrementara, esto en otras palabras, significa que la tasa de interés que El Salvador pagaría ahora es más alta. Si por el tema político por ejemplo, no se logra un acuerdo con el FMI, el tema de acceso a un endeudamiento será sumamente complejo.

¿Cuál es la proyección que tienen expertos como usted en este sentido para el país?

Nosotros habíamos estimado que este año El Salvador iba a cerrar con una deuda del 92 %, pero eso todavía había sido sin todas las aprobaciones que dieron a partir del 1 de mayo. Estamos haciendo nuevas estimaciones, pero seguramente van a estar ahora mucho más cercanas al 95 % del PIB.