La ceremonia estuvo acompañada por la familia real británica y más de 500 jefes de Estado y dignatarios.
Este lunes 19 de septiembre de 2022, el Reino Unido y el mundo entero vivió una jornada histórica con el funeral de Estado de la reina Isabel II, quien estuvo en el trono por más de 70 años y quie falleció hace 10 días a sus 96 años.
La ceremonia estuvo llena de personalidades a nivel mundial y la familia real británica, quienes despidieron a la reina Isabel II y han honrado su “permanente sentido del deber” en un funeral de Estado que quedará enmarcado para la historia.
Luego de llevarse a cabo el funeral en la abadía de Westminster, el cortejo fúnebre se dirigió hacia el arco de Wellington, en la esquina sureste de Hyde Park. El big ben, de la célebre campana de la torre del palacio de Westminster, replicó a intervalos de un minuto durante la procesión.
La Real Policía Montada de Canadá encabezó la marcha, en la que también desfilaron miembros de las fuerzas armadas del Reino Unido y países de la Commonwealth (Mancomunidad Británica de Naciones), representantes de la policía británica y del servicio de salud pública (NHS). Asimismo, Carlos III caminó junto con otros miembros de la familia real, mientras que la reina consorte, Camila, la princesa de Gales, Catalina, y la duquesa de Sussex, Meghan, siguieron el cortejo en automóvil. Después, el ataúd fue trasladado desde el castillo de Windsor a la capilla de San Jorge, donde fue enterrada.
Así se vivió el funeral
El féretro de la reina Isabel II salió desde el palacio de Westminster en un cortejo fúnebre hasta la abadía. El nuevo rey Carlos III y sus tres hermanos (Ana, Andrés y Eduardo), así como sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, caminaron tras los restos mortales de la soberana.
El ataúd de la reina llegó a la abadía de Westminster y comenzó el funeral de Estado, donde ya estaban esperando presidentes, reyes, príncipes, primeros ministros, embajadores e invitados especiales, para rendir tributo a Isabel II.
El funeral estuvo a cargo del deán de Westminster, David Hoyle, quien destacó la dedicación de Isabel II como jefa de Estado durante siete décadas, antes de pronunciar la bendición.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, fue quien pronunció el sermón, antes de que el Reino Unido guardara dos minutos de silencio y se escuchara el himno nacional en la abadía. También tuvo participación la nueva ministra de Gran Bretaña, Liz Truss.
Terminados los actos en la abadía de Westminster, el féretro fue trasladado a pie hasta el Arco de Wellington, en el centro de Londres, para ser desplazado desde allí en coche al castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de la capital, donde Isabel II recibió sepultura en la capilla de San Jorge, junto a la tumba de su esposo, el príncipe Felipe, quien murió en abril de 2021. Unas 800 personas asistieron a la ceremonia en la capilla de Windsor.
El funeral de Estado de la monarca y el posterior entierro simbolizan el último adiós del Reino Unido a quien ha sido su máxima institución desde 1952.
