Los últimos incidentes también han revelado la gran división entre demócratas y republicanos para abordar el tema y para llevar a la agenda legislativa el tema de la regulación de las armas.
Para Mi Gente Informa, por Carmen Rodríguez desde Washington D.C.
La última semana de mayo, Estados Unidos se estremeció con la noticia de la masacre en una escuela primera en Uvalde, Texas, en la que un joven armado mató a 19 niños menores de 10 años y dos profesoras. El hecho abrió, una vez más, los debates alrededor del país sobre el uso, la venta y la regulación de armas.
Dos semanas después de la masacre de Uvalde, se registró un nuevo tiroteo en un hospital de Tulsa, en Oklahoma. Un paciente, armado con un rifle, mató a su doctor, dos enfermeras y otras dos personas. Una semana después se registraron otros diez tiroteos en varias ciudades, que cobraron la vida de 13 personas.
Dos semanas antes de la masacre en la escuela de Texas, otro joven que entró armado a un supermercado en Buffalo, New York, mató a diez personas, todos afroamericanos. La policía dijo que el asesino disparó en contra de las personas por racismo.
Las cifras oficiales indican que en lo que va del 2022, ya se registran 245 tiroteos en el país y más de 50 personas asesinadas en estos incidentes. Solo el primer sábado de junio se registraron diez incidentes en los que sujetos armados disparan, aparentemente sin razón alguna, a grupos de personas en espacios públicos o privados. Solo este sábado 13 personas murieron en estos incidentes.
Los tiroteos o ataques armados son una de las principales causas de muerte en el país y se están convirtiendo en unas las mayores preocupaciones de los estadounidenses, especialmente de los padres y madres. Sin embargo, los últimos incidentes también han revelado la gran división entre demócratas y republicanos para abordar el tema y para llevar a la agenda legislativa el tema de la regulación de las armas.
Después del tiroteo de Uvalda, varios republicanos han declarado a los medios de comunicación que el problema de las armas no es la facilidad con la que se pueden adquirir, ni tampoco que ocurra masacres en escuelas; sino, la falta de más “personas buenas con armas” que puedan responder a la amenaza de un pistolero en cualquier parte del país.
Dos días después de que ocurriera la masacre de Uvalde, los demócratas presentaron una propuesta, con la que pretendían que se regulará y se modificara la edad, a más de 18 años, para comprar armas. Mientras que los ciudadanos han realizado protestas para mostrar su rechazo a la falta de compromiso de los congresistas en cuanto al tema.
Por ahora, en algunos estados cualquier persona de 18 años, que no tenga antecedentes penales, ni antecedentes médicos que señalan algún problema de salud mental, puede adquirir un arma. En otros estados, una persona puede comprar hasta cinco armas por año.
Salvador Ramírez, el joven que perpetró la masacre en la escuela de Uvalde, llevaba entre sus pertenencias, el día del tiroteo, una pistola semiautomática, un rifle de alto impacto semiautomático y cargadores de alto impacto. Las cifras oficiales también señalan que en todo el país hay 390 millones de armas que fueron compradas y registradas de manera legal.
El presidente Joe Biden visitó el supermercado donde ocurrió la masacre en Buffalo, New York y la escuela de Uvalda, en Texas. El mandatario prometió en ambas ciudades tomar acciones directas y concretas para la regulación de las armas en el país.
